Observar la natura, verla desde un punto humano, quizás, incluso se podría decir egoísta, por qué, ¿que somos nosotros sin la naturaleza?
Nosotros somos naturaleza, formamos parte de ella. La humanidad se piensa que la domina, que la puede someter a su voluntad y capricho; y ahora ella se revela, con un grito que hace temblar casas, con un llanto que inunda pueblos, con una ira que arrasa bosques y con una rabia que le sale desde las entrañas.
Parar, escuchar y actuar, una reflexión sobre el poder de la humanidad sobre la tierra o la tierra sobre la humanidad. Al final, la tierra puede vivir sin la humanidad, pero la humanidad no puede vivir sin la tierra.